Hay 3 ingredientes de una personalidad tóxica. Estos rasgos de carácter pueden desarrollarse como resultado de malas influencias y malas creencias recogidas aquí y allá a lo largo del camino de la vida. Echemos un vistazo a la tríada oscura y a cómo desarrollar cualidades opuestas.
Narcisismo
Todos tenemos un cierto grado de narcisismo, y eso no es malo en sí mismo. Lo problemático es cuando este narcisismo se exacerba. El narcisismo es enamorarse de uno mismo, pensar que uno es la persona más importante de la tierra y que su atención debe centrarse en contemplarse a sí mismo.
Las razones por las que el narcisismo es malo
Los narcisistas distorsionan su percepción del mundo: todo gira a su alrededor. Por otra parte, esta sobrevaloración de uno mismo va acompañada de una devaluación de los demás. No es divertido ser amigo de narcisistas porque inevitablemente acaban desatendiéndote. Los narcisistas no pueden amar a los demás porque sólo se aman a sí mismos, a su propia imagen. En realidad, el narcisista se ignora a sí mismo; nunca se ha propuesto realmente conocerse. Simplemente están encantados de admirar su aspecto, su éxito material y la imagen que proyectan a los demás. En resumen, son superficiales. El narcisismo es un obstáculo para el desarrollo personal, por eso hay que aprender a combatirlo para conquistarse a uno mismo.
¿Cómo tratar el narcisismo?
Paradójicamente, para acabar con el narcisismo, hay que lanzarse a la conquista de un conocimiento íntimo de uno mismo, de su espíritu, de su alma. Esto significa conocerte de verdad, conocer tus imperfecciones y contemplar una belleza más sutil. Es a través del verdadero conocimiento de uno mismo como podemos dejar a un lado nuestro narcisismo y empezar a amar a los demás. Si el conocimiento espiritual te parece demasiado vago, te diré algo más: es enfrentándote a las dificultades como llegarás a conocerte a ti mismo. Al superar los obstáculos, tendrás que recurrir a recursos interiores que implican un mejor conocimiento de ti mismo. Esto te permitirá intimar más contigo mismo una vez superada la prueba. Lo que admirarás ya no será tu imagen, sino lo que has conseguido, lo que generará una auténtica confianza que no necesita despreciar o negar a los demás para existir.
La personalidad maquiavélica
Una persona maquiavélica se caracteriza por manipular y explotar a los demás en beneficio propio, sin tener en cuenta ninguna norma moral.
Algunos libros glorifican la manipulación como medio para alcanzar un fin, sobre todo en el campo de la seducción. Es un cálculo a corto plazo, ya que siempre se puede estafar a alguien, pero a largo plazo te descubrirán y perderás tu reputación y la confianza que la gente deposita en ti. Maquiavelo era un florentino que aconsejaba a los príncipes sobre cómo conseguir o conservar el poder. Actuar de forma maquiavélica significa perseguir la búsqueda del poder ignorando las consideraciones morales y sacrificando el largo plazo.
Tener un conjunto de valores
Si eres maquiavélico, no tienes valores. Como el fin justifica los medios, irás más allá de todos los límites posibles normalmente establecidos por un código ético o la obediencia espiritual.
La personalidad psicopática
Se caracteriza por una búsqueda impulsiva de la acción, y por su forma “primigenia” de egoísmo, falta de empatía y remordimientos. Éste es quizá el rasgo más preocupante de la Tríada Oscura: la persona siembra el mal a su alrededor y no siente remordimientos. Es espeluznante. Puedes ser amable y cariñoso, pero la otra persona puede tratarte como a un perro y sin remordimientos. No hace falta que te diga que debes mantenerte lo más alejado posible de este tipo de personalidad, porque con ellos tienes todas las de perder.
El psicópata es un zombi
Lo que un zombi y un psicópata tienen en común es que ambos han perdido su humanidad. Avanzan automáticamente, sin ser conscientes del daño que hacen a quienes les rodean. Su insensibilidad les haría extraños al yerno humano, pero sobre todo están enfermos: “pathos” en griego. El zombi ha sido contaminado y el psicópata padece una enfermedad psicológica, de ahí su nombre. Ambos son tóxicos, ambos deben evitarse si no se quiere acabar como ellos: su enfermedad es contagiosa.
¿Cómo podemos evitar desarrollar los rasgos de la tríada oscura?
En primer lugar, hay que ser consciente de su existencia y luego tener fe en la idea de que sólo traerá desgracias a largo plazo. Para algunos, la tríada oscura podría traer beneficios: mayor poder e influencia, seducción y otras cosas. Todos estos aparentes beneficios son en realidad sólo ganancias a corto plazo. Es como construir un coloso con pies de barro: tarde o temprano se derrumbará.
Conocer la existencia de la tríada clara
Además de la tríada oscura, también existe un elemento opuesto a ella, conocido como la tríada clara. Puesto que la naturaleza aborrece el vacío, no podemos dejar de desarrollar la tríada oscura si no procuramos desarrollar otra cosa, a saber, la tríada clara.
Kantianismo
El kantianismo consiste en tratar a las personas como fines y no como medios, y es lo contrario del maquiavelismo. Si valoras a las personas hasta el punto de que lo que cuenta es la relación que puedes establecer con ellas y no los beneficios que puedes obtener de esa relación, eso significa que estás en línea con la filosofía de Kant. Para desarrollarla, lo único que tienes que hacer es desarrollar la empatía y, en cierto modo, sacralizar la humanidad. Alguien que maquiavélicamente utiliza a las personas, las aliena, en otras palabras, las reduce a la única dimensión de un objeto, es en sí mismo alguien que se ha cortado a sí mismo de la relación con lo sagrado que existe en todos.
Fe en la humanidad
Se podría decir que hay dos mundos opuestos: los que creen que el ser humano es fundamentalmente malo y los que creen lo contrario (y quizá otro grupo que cree en una mezcla de ambos). Un vaso puede estar medio vacío o medio lleno, la realidad no cambia, pero nuestra perspectiva es la que somos: o somos optimistas o pesimistas. Lo mismo ocurre con nuestra creencia en la humanidad: si creemos que el ser humano es bueno, nos comportaremos de forma más abierta y comprensiva. Por el contrario, si creemos que el hombre es intrínsecamente malo, seremos intransigentes y vengativos.
Humanismo
Cada individuo tiene dignidad y valor por derecho propio. El humanismo consiste en reconocer estas dos cosas e induce una actitud sana y benévola hacia los demás. Todo procede de las creencias que tenemos. Si estamos atentos a las ideas que tenemos, seremos más respetuosos con nosotros mismos y con las personas que nos rodean.
Utilizar la Tríada Oscura
Conocer la Tríada Oscura nos ayuda a protegernos, sobre todo identificando las características negativas de los demás. Conocer el comportamiento maquiavélico permite desenmascarar a las personas y no convertirse uno mismo en maquiavélico. Como he dicho antes, no se gana nada realmente bueno a largo plazo siendo una persona así.
Un enfoque espiritual para desarrollar la tríada de la luz
Esencialmente, la tríada oscura o clara te habla de la calidad de tu alma. Si no haces un esfuerzo diario por mejorar tu alma a través de la oración u otros hábitos espirituales, te desviarás necesariamente de tu ideal. Cultivar un ideal nos permite avanzar en una dirección cada día, lo que nos impide cometer errores importantes en la educación de nuestro carácter. La mejora continua del carácter es el reto de toda una vida y nunca debe cesar. Si crees que no necesitas esforzarte a diario, entonces de alguna manera ya has abandonado el camino de la virtud.
La importancia de los que te rodean
Cuando se trata de superación personal, es vital rodearse de personas que de alguna manera van en la misma dirección. Si dejas que se acerquen demasiado a ti personas que tienen valores opuestos o que no hacen los mismos esfuerzos que tú, sentirás una carga que te frenará en tu camino. Por eso es importante desarrollar la capacidad de leer a la gente y adivinar sus agendas ocultas al principio de tu carrera. En definitiva, es otra razón para asimilar constantemente nuevos conceptos de desarrollo personal: lo que aprendes y dominas te hace a la vez más resistente y más ágil.