Las máquinas nos sustituirán, eso está claro, pero hay algo que será difícil de sustituir. Las máquinas son, o bien grandes cerebros incorpóreos capaces de procesar millones de informaciones por segundo, o bien robots sorprendentemente móviles. Hay una especie de especialización y no se ha encontrado una máquina que pueda recrear los beneficios cognitivos de tener un cuerpo físico.
Su intestino es su segundo cerebro
Sin saberlo, el intestino recoge miles de millones de informaciones que le llegan de distintas partes del cuerpo. A continuación, transmite esta información al cerebro a través de lo que se conoce como intuición.
Pero, ¿qué hacer con esta información?
El hombre es un ser encarnado, resultado de millones de años de evolución. Como tal, su cuerpo está adaptado para moverse en espacios naturales. Está perfectamente diseñado para vivir en la Tierra, pero la mayor parte de este conocimiento está enterrado en su subconsciente, ya que vive principalmente en un entorno urbano. Las máquinas, en cambio, son fruto de investigaciones muy recientes y están adaptadas al entorno urbano y a la vida materializada en servidores informáticos.
El hombre tiene una ventaja ecologista
Como la máquina es el producto de un entorno artificial, está mal adaptada para evolucionar en un entorno natural. Funciona de manera contable. No puede sentir las cosas. Es cierto que las proezas informáticas son cada vez más asombrosas, pero estos desarrollos tienen sus límites y es probable que el ser humano sea capaz de captar elementos sutiles, cosa que las máquinas aún no pueden hacer.
¿Puede vivir de su intuición?
Si lo que busca es riqueza, la intuición por sí sola no será suficiente en esta búsqueda. En cambio, si lo que busca es un trabajo estable que no se vea perturbado por la inteligencia artificial, es necesario tener en cuenta la intuición.
Esencialmente, dos cosas jugarán a su favor: la necesidad de interacción humana o con el entorno y la creatividad. La tecnología muestra cierto nivel de creatividad, pero sigue siendo torpe a la hora de interactuar físicamente con los humanos y el entorno. He aquí una lista de ejemplos de profesiones que resistirán mejor la ola de sustituciones provocada por las nuevas tecnologías:
– Conservacionista
– Agricultor de permacultura
– Energético
– Profesor y entrenador (desarrollo de la confianza de los alumnos)
– Profesor de artes marciales
– Profesor de música
– Guía espiritual
Ahora bien, también es importante que desarrolles tu intuición, de lo contrario lo que te he dicho te servirá de poco.
¿Cómo entender la intuición?
Primer enfoque: la intuición puede definirse como la conclusión del pensamiento inconsciente. Tu cerebro trabaja constantemente. Recoge elementos dispersos e intenta encontrar un sentido y una coherencia frente a una aparente falta de armonía. Entonces te da una respuesta a una pregunta sin haberte planteado un razonamiento racional.
Segundo enfoque: la intuición también podría definirse como la expresión pura y simple de tu vientre (tu segundo cerebro) después de haber reunido cierta cantidad de información.
Tanto si utilizas la primera como la segunda definición, es necesario proporcionar una cierta cantidad de “datos” a tu cerebro y a tu vientre, que funcionarían como una especie de inteligencia artificial cuyo algoritmo desconocemos. ¿Cómo proporcionar estos datos?
Los datos son el resultado de la experiencia: cuanto más te enfrentas a una situación, más pericia adquieres. Su cerebro puede recoger datos a través de la lectura, la repetición de situaciones sociales, el contacto físico con la naturaleza, etc. Su segundo cerebro se desarrolla a través de la experiencia. El segundo cerebro se desarrolla a través de la interacción con el cuerpo. Por eso el ejercicio físico, como el baile, puede ser interesante para aprender a desarrollar la intuición.