Vivir sin distracciones es un reto. Hoy, más que nunca, se requiere nuestra atención para cosas a veces triviales, a veces inquietantes. Trabajar o simplemente vivir sin distracciones es una habilidad que se está perfeccionando. Dado que todo está hecho para distraernos (teléfonos, publicidad de todo tipo, etc.), es más que necesario recablear nuestro cerebro para que sea menos sensible a este tipo de solicitación y para que no caiga en la trampa de la información de mala calidad.
La atención por la información es como la boca por la comida. Si eres disciplinado, tu atención se centrará en la información que es valiosa y buena para tu mente de la misma manera que una boca evita comer comida basura.
Para lograr esta disciplina, debes hacer una dieta de información de la misma manera que haces una dieta. La desintoxicación consiste en distanciarse de lo que le es perjudicial. La vieja adicción debe ser destruida para que una nueva y más sana pueda afianzarse.
Durante este periodo de distanciamiento, poco a poco irás instalando mejores hábitos que te permitirán tener más claridad en tu vida diaria al tener el control, ser activo y dejar de estar sometido a tu entorno. Estos nuevos hábitos pueden adoptar muchas formas. Algunas pueden ser triviales, como elegir deliberadamente comer sin distracciones, en un lugar tranquilo y sin pantallas al alcance o visibles. Pueden ser acciones nuevas como decidir salir a pasear o a correr sin más que un cuaderno y un bolígrafo si tienes cosas que anotar que se te ocurren. Puede ser un hábito más radical como meditar cada mañana si es algo nuevo para todo. Por lo tanto, tienes que volver a tomar las riendas de tu vida y eso comienza con la atención gastada con moderación y atención.