Nuestros cerebros funcionan en cierto modo como un ordenador: rinden menos cuando tienen varias aplicaciones funcionando en segundo plano.
¿Cuáles son estas aplicaciones? ¿Cómo afectan a nuestra eficiencia diaria?
Son pensamientos más o menos conscientes. Cuando intentamos hacer varias cosas a la vez, interferimos con nuestra concentración. Del mismo modo, si pensamos en un problema que no hemos resuelto, se queda atascado en el fondo de nuestra mente y nos impide vivir el momento.
Atención, es posible hacer bien varias cosas al mismo tiempo, sólo si una de ellas requiere nuestra verdadera concentración. Por ejemplo, puedes limpiar el salón mientras escuchas un podcast o correr mientras escuchas un libro. Es usted quien debe valorar si ambas acciones pueden entrar en conflicto.
Todos estos pensamientos que interfieren pasan por nuestra mente a lo largo del día. Para remediarlo, hay que hacer algún tipo de “procesamiento por lotes” de todos estos datos. Para ello, tienes que dar a tu mente inconsciente y a tu mente consciente tiempo para trabajar en simbiosis: tu mente consciente se detiene un momento mientras tu mente inconsciente procesa esta información. En resumen, necesitas realizar actividades que permitan finalmente a tu mente consciente “descansar”. Se trata principalmente de actividades como la meditación y ciertas actividades físicas. Aquí no se trata de escuchar un libro o un programa de radio porque no permitirás que tu mente consciente se desconecte.
Lucha contra la voracidad informativa
También hay que quitarse esa bulimia de información que todos tenemos un poco. Querer saber en cada momento del día lo que pasa en el mundo no puede ayudarte a progresar realmente en la vida, a menos que tu actividad profesional dependa de ello.
Esta es una de las trampas más tentadoras porque la información es gratuita y está ampliamente disponible en todos los temas. Sin embargo, no ceder a ello puede suponer una ventaja innegable. Al decidir voluntariamente reducir la cantidad de información que ingiere cada día, se está comportando como un atleta de alto nivel con respecto a su dieta. Si eres más selectivo en la información que consumes, por un lado “aligerarás tu mente” mientras das más peso al contenido cualitativo. Preferiblemente, tienes que perfeccionarte en temas que estén directamente relacionados con tus objetivos a corto y medio plazo.
Entienda que la congestión cerebral es su mayor enemigo cuando se trata de la productividad. Querer hacer algo sin poner el corazón o el alma en ello porque tu mente está en otra parte sólo te traerá escasos resultados. Esfuérzate por descubrir lo que realmente te gusta, lo que te motiva. Elige eliminar las tareas que no aportan valor a tu vida y a tus proyectos. Esto explica por qué es más que necesario hacer el esfuerzo cada día de cuestionar nuestros actos, incluso los más triviales. De este modo, podrá aportar gradualmente claridad a su vida cotidiana. Sé escrupuloso, asegúrate de preservar los 4 recursos más importantes directamente relacionados con tu éxito: tu tiempo (al que dedicas tu atención), tu energía, tu moral y tu concentración. Estos cuatro escuderos están a tu servicio, pero depende de ti protegerlos eliminando todo lo que pueda interponerse en su camino. Si no actúas como un caballero protector hacia ellos, no podrán prestarte su preciosa ayuda.