Resistir y ganar
No nos damos cuenta de lo necesario que es unir fuerzas con personas que comparten los mismos deseos que nosotros. Si no tenemos un poco de cuidado a la hora de elegir a nuestros compañeros de viaje, acabamos haciendo otros planes. Mantener la amistad implica necesariamente compartir deseos y aspiraciones. Esto es natural y ayuda a crear un vínculo. Dicho esto, no hay nada más contagioso que los deseos de los demás. Se extienden como un reguero de pólvora y pueden destrozar las ambiciones de quien no tenga cuidado.
Para superar este obstáculo, es necesario encontrar aliados, compañeros de elección que nos motiven y nos ayuden a mantenernos en el camino correcto. A menudo, estos compañeros de equipo no existen en nuestro entorno inmediato, lo que explica la necesidad de ir por libre. Antes de recibir estos refuerzos, debemos resistir los repetidos asaltos del asediador, bueno todos esos malos deseos de los que queremos permanecer alejados.
Si luchas solo por tus sueños, tendrás que pensar que eres una ciudad sitiada. Debes amurallarte y vigilar firmemente las puertas de tu recinto. Aleja a todos los que quieran destruir tu castillo, que es la única manera de mantener viva a la gente que hay en él, tus mayores deseos. Tendrás que resistir durante un tiempo y no dejar entrar a los intrusos a pesar de su apariencia inofensiva. En efecto, a pesar de tener una presencia complaciente, a menudo sucede que las personas que frecuentamos demasiado actúan como un caballo de Troya que vendría a destruir insidiosamente nuestras más altas aspiraciones. Si crees que estás tratando con alguien que no comparte tus valores ni tus objetivos vitales, no debes bajar el puente levadizo ante él. Esto no impedirá que le ayudes o que simplemente seas cariñoso. Simplemente debe preservar la integridad de su muro que representa los contornos de su intimidad.
Puedes enviar exploradores para que vayan a buscar refuerzos (es decir, buscar en la red una comunidad, por ejemplo), sin embargo, mientras no lleguen, tendrás que luchar solo, es decir, mantener una disciplina férrea, ya sea intelectual, física o emocional. Tendrá que aprender a consolidar o parchear las paredes que puedan haber sido alcanzadas por proyectiles el día anterior. Por último, debes mantener tus aspiraciones encendidas para que los refuerzos te tomen como un aliado cuando te vean, sabrán que has mantenido tu valor y que no has cedido nada al adversario.
Una vez que hayan llegado los refuerzos, verás cómo es mucho más fácil la guerra por cociente, simplemente porque te ayudarán a centrarte en lo esencial. Para merecer esta caballerosa ayuda, habrás tenido que demostrar tu valía manteniendo intactas las más nobles y grandes aspiraciones a pesar de la hostilidad de tu entorno.