El amor es un verbo de acción, que va más allá de los obstáculos.
El odio es cobarde, se rinde y se ve superado por la situación.
El amor confía en lo mejor de cada uno de nosotros.
El odio sólo mira el lado oscuro e ignora la luz.
El amor llega a los que necesitan ayuda.
El odio se apaga y no ve a la gente en apuros.
El amor se arriesga con la convicción de que lo mejor está por llegar.
El odio se rinde antes de empezar.
El amor siempre encuentra la manera de ver lo bello en todos.
El odio sólo ve los defectos de los demás y los utiliza como excusa.
El amor es paciente y silencioso.
El odio es impaciente y ruidoso.
El amor es esa energía que nos empuja a dar lo mejor de nosotros mismos.
El odio es el sopor que nos arrastra al abismo.
El amor es duradero y resistente.
El odio es voluble y cambiante.
El amor mantiene viva la llama dentro de nosotros.
El odio nos consume lentamente.
El amor es generoso y sin ego.
El odio es egoísta y divisivo.
El amor es útil y vigorizante.
El odio es confuso y degradante.
El amor habla para ayudar.
El odio habla para criticar.
El amor olvida las cosas malas.
El odio vive en el resentimiento.
El amor es ligero y protector.
El odio es pesado y debilitante.
