Las decisiones estructurales de nuestra vida no se sopesan lo suficiente. Cuando reflexionamos, pensamos más en las ganancias y pérdidas de nuestras elecciones, pero no en el coste de oportunidad de las mismas.
Tiempo, dinero, energía y atención
Cuando uno invierte en un proyecto, por ejemplo ir a la universidad, está dedicando mucho tiempo, dinero, energía y atención. Es una elección que no debe tomarse a la ligera, ya que representa un enorme coste de oportunidad, sobre todo porque eres joven, es decir, estás en un momento crucial de tu vida en el que las decisiones que tomes tendrán enormes consecuencias para tu vida en comparación con las que podrías tomar 30 años después.
Saber lo que quieres conseguir
La mayoría de nuestras decisiones esconden intenciones ocultas o, al menos, a menudo confusas. La falta de claridad sobre nuestros objetivos nos lleva por mal camino. Utilizando el ejemplo de la universidad, ¿qué preguntas te has hecho? ¿Cuál es el objetivo final que quieres alcanzar al pasar 5 años de tu vida estudiando? y así sucesivamente.
La claridad te ayudará a saber si el coste de oportunidad merece la pena
Imagina que tu objetivo al cursar estudios superiores es simplemente hacerte rico, independientemente de la profesión, siempre y cuando seas legal. ¿Crees que 5 años de universidad es el camino más corto para conseguirlo? ¿No aprovecharías mejor tu tiempo si eliminaras la “caja universitaria” trabajando en una habilidad que es necesaria para hacerse rico y que se puede aprender en el trabajo como vender.
Una vez que has descubierto tu intención, necesitas deshacerte de tus intenciones ocultas para hacer la elección correcta
Muchas de nuestras elecciones se hacen por conformidad, por miedo a desagradar. Muchas personas que se matriculan en la universidad lo hacen porque temen ser juzgadas y no quieren ser la oveja negra de la familia. Al final, es por falta de valor por lo que la gente acaba tomando decisiones equivocadas. Se necesita total sinceridad y honestidad para avanzar en la dirección correcta. Si decidimos enfrentarnos a la verdad, podemos tomar la decisión que limitará nuestro coste de oportunidad. Lleva tiempo, a veces es necesario un poco de soledad, pero es algo que harás tarde o temprano, así que es mejor hacerlo cuanto antes para minimizar el coste de oportunidad. Algunas profesiones requieren una formación universitaria porque son profesiones reguladas (médicos, abogados, etc.). En otras circunstancias, el coste de oportunidad no será el mismo, ya que hay países en los que la enseñanza superior es casi gratuita (por ejemplo, Francia). Por tanto, si estás indeciso, lo más sensato es “perder el tiempo” adquiriendo titulaciones de mayor valor, lo que aumentará tus posibilidades de empleo.
Pensar de forma racional o intencionada
Evaluar una elección en función del coste de oportunidad que representa es un enfoque puramente racional. Es ideal, ya que optimiza la toma de decisiones. Sin embargo, en muchas circunstancias no tienes claros los costes de oportunidad, lo que significa que no puedes evaluar plenamente la racionalidad de tus elecciones. Esto implica que puedes tener un enfoque más intencional, es decir, tener clara la intención que asocias a una acción, a pesar de la incertidumbre del coste de oportunidad asociado a esa elección. Si sabes lo que vas a ganar sin saber exactamente lo que vas a perder, al menos habrás evitado la mitad de las pérdidas, podría decirse. Por ejemplo, si decides irte un año al extranjero para mejorar tus conocimientos de idiomas, en cierto sentido estás yendo a por ese premio de consolación (mejorar el idioma) sin estar seguro de que podrías haber aprovechado mejor ese tiempo y ese dinero. Por otro lado, viajando aumentarás la serendipia, que puede llevarte a nuevas oportunidades que no sospechabas antes de irte.
¿Qué recordar?
– El coste de oportunidad es una idea que hay que tener en cuenta al emprender cualquier proyecto.
– No siempre es fácil evaluar el coste de oportunidad
– Nunca sabes si has hecho la elección perfecta, sólo la óptima, ya que nunca conoces con certeza el alcance de tus no acciones