Parece que hay varias maneras de leer. Veamos juntos cómo distinguirlos. Tenga en cuenta que una lectura a menudo combina dos o tres formas de leer.
Entretenimiento
Es la puerta de entrada al mundo de la lectura. La mayoría de las veces, la pasión por los libros nace durante la infancia por los géneros de ficción. Aprender a amar la lectura consiste simplemente en ver estos objetos como la expresión de un mundo imaginario o desconocido. Encontrar un autor cuyo estilo e ideas nos atraen puede ser una bendición en el sentido de que los libros nos proporcionan un consuelo diario, un descanso del frenesí del mundo que nos rodea. No hay manera más despreocupada de empezar a leer que con el entretenimiento. Es incluso desde este ángulo de la lectura que nos volvemos los más voraces, los más extremos. Así que a veces hay que aceptar una forma de exceso, porque late con pasión y sed de descubrimiento. El entretenimiento es el mascarón de proa del mundo de la lectura; nos guía en nuestros primeros años de descubrimiento del objeto que es el libro. Sin embargo, oculta otras dimensiones de la lectura.
Conceptualizar
Un libro es también la clave de un tesoro de conceptos. Puedes abrir todos los cofres que quieras, nunca podrás saciar tu sed de conocimiento con los libros, son infinitos. Cada libro de no ficción o novela contiene una plétora de ideas que pueden darle una representación más clara de la realidad o, al menos, poner palabras a los malentendidos y las dudas. Conceptualizar significa tener una red de seguridad que te permita ponerte al día en los momentos difíciles y te ofrezca resiliencia ante los altibajos de la vida. La conceptualización es buena, pero llevada al extremo se convierte en erudición, que no es más que una etapa intermedia en el camino de la lectura.
Asimilar
Para asimilar las ideas a las que te enfrentarás en tu lectura, a menudo tendrás que leer el libro que tiene en tus manos varias veces. Para convertir una idea en el hilo conductor de tu vida, tendrás que meditar sobre ella durante meses o incluso años. Así, no podrás permitirte leer una multitud de obras dispares. Tu búsqueda te centrará en un campo léxico concreto que corresponderá sólo a una pequeña parte del mundo del libro. No podrás recoger conceptos aquí y allá en el océano de ideas, tendrás que mantener el rumbo. Con frecuencia, oscilamos entre estas tres actitudes hacia la lectura, pero después de un tiempo llegamos a fijarnos en un enfoque particular que a veces puede decir mucho sobre quiénes somos.
Si lo que buscas es entretenimiento, puedes pasarte la vida leyendo miles de libros.
Si lo que quieres es conceptualizar, probablemente tendrás que centrarte en un centenar de libros que podrás leer una y otra vez.
Por último, si lo que te interesas es la asimilación, tu elección sólo te limitarás a una docena de libros profundos que tendrás que leer una y otra vez para que tus palabras vibren eternamente en tu corazón y tu mente.