Se dice que podemos haber llegado a la sexta etapa de extinción masiva. Se dice que ésta es causada por los seres humanos, lo que explica por qué se llama ‘antropoceno’ (Anthropos significa ser humano y cene significa nuevo, lo que se relaciona con la nueva era en un término geológico).
Me pregunto de alguna manera si realmente deberíamos llamar a esta era de esta manera. De hecho, creo que hay una amalgama al usar este término. ¿Todos los seres humanos están en contra del medio ambiente y son directamente responsables de esta extinción masiva? Yo diría que no. Probablemente muchos seres humanos tienen un buen impacto en él y trabajan para su preservación. La cuestión principal es que la economía impulsa muchas decisiones que se toman sin considerar el impacto en los ecosistemas naturales. Esto ocurre en contra de la voluntad de millones de personas que se preocupan por los animales y la naturaleza. Los seres humanos son una amenaza para la naturaleza cuando la estudiamos en su conjunto. El “sistema humano” está gobernado por instituciones no amigables, a pesar de que la mayoría de los seres humanos quieren preservar el planeta y mantenerlo seguro para las próximas generaciones.
Dicho esto, recomendaría usar otro término (Asofantropoceno) que significa literalmente: “la nueva era de los hombres imprudentes”. De hecho, estamos de alguna manera en una edad oscura cuando se trata de sensibilidades naturales. Las personas del pasado eran mucho más conscientes de la importancia de la preservación del medio ambiente. Los nativos americanos y los aborígenes de Australia, por ejemplo, fueron capaces de preservar su tierra y mantenerla sagrada. Desafortunadamente, sus tierras fueron colonizadas por personas cuya ideología estaba más relacionada con la depredación que con la armonía. Obviamente, las sociedades neolíticas no eran ideales, la gente solía morir a una edad mucho más temprana, sin embargo, pudieron cultivar un cierto grado de armonía consagrando la naturaleza. La cuestión principal es que la humanidad se rige principalmente por la ideología antropocéntrica (monoteísmo, capitalismo, socialismo, etc.). Es casi imposible respetar la naturaleza si se piensa que el hombre está en el centro del cosmos y que es superior a cualquier otra criatura por esencia. Para preservar la naturaleza, debemos cambiar nuestra mentalidad a ideologías que no promuevan la jerarquía entre los seres. Tal escuela de pensamiento podría ser el antiespecismo, el animismo o el jainismo. Adoptando estas ideologías puede que no resolvamos todos nuestros problemas, pero podríamos abordar más eficientemente la crisis ambiental.
*Los pueblos nativos de América y Australia no eran superiores en un sentido moral, pero al ser animistas para la mayoría de ellos, pudieron tener en cuenta la sensibilidad de la naturaleza.
*Animismo (según Cambridge Dictionay): la creencia de que todas las cosas naturales, como plantas, animales, rocas y truenos, tienen espíritus y pueden influir en los acontecimientos humanos