La felicidad en la vida de uno suele provenir de la calidad de las personas que nos rodean. El problema es que a veces nos vemos envueltos en una niebla y en una confusión que nos impiden discernir. Veamos algunos principios que pueden aplicarse para permitir que las personas que importan sigan presentes, a pesar de las dificultades inherentes a cualquier relación.
La necesidad de dar prioridad a las personas
El tiempo y la energía son dos recursos limitados, por lo que hay que utilizarlos sabiamente, sobre todo cuando se decide gastarlos en las relaciones. Es obvio que hay que dedicar el mayor tiempo posible a las personas que realmente importan y dedicar el tiempo restante a otras personas, si es que queda alguno. El trabajo puede ser una distracción importante. A veces no puedes separarte de tu pantalla para revisar tus correos electrónicos. Por lo tanto, es importante dar prioridad tanto a las personas que importan como a las actividades. El trabajo es importante, pero es bueno subordinarlo a la vida familiar. Una emergencia familiar no debe competir con una emergencia laboral.
Cumplir con sus expectativas
Los amigos de los que te rodeas tienen expectativas que deben cumplirse. No siempre es fácil cumplir estas expectativas. No obstante, merece la pena hacer el esfuerzo, aunque se haga de forma incómoda y los resultados no sean del todo buenos. La gente valora los esfuerzos, por torpes que sean, y a la larga serán cada vez menos torpes. Lo importante es probar primero.
Compartir las mismas pasiones
La base de una relación, ya sea amistosa o íntima, es a veces el hecho de compartir actividades comunes. Que te gusten las mismas cosas ayuda a crear un vínculo. De nuevo, esto puede ser una cuestión de esfuerzo. A veces no quieres hacer algo porque simplemente no lo has probado. Al hacer el esfuerzo de compartir una pasión, se aprende más sobre alguien. Empezar a entender a alguien es empezar a apreciarlo.
Escuchar
Una relación se basa en la comunicación. Cuando la comunicación no es buena, se abre poco a poco una brecha. Para mejorar la comunicación, a menudo hay que aprender a callar y escuchar. Si no das a la otra persona el tiempo suficiente para formular sus ideas, nunca sabrás cómo mejorar la situación.
Superar los obstáculos
Todas las relaciones tienen obstáculos que superar. Las perturbaciones temporales existen y a veces son incluso necesarias para realizar algo. Las diferencias de percepción de la realidad pueden crear confusión y frustración. Estas emociones negativas son obstáculos que hay que reconocer como tales para poder superarlos.
Aceptando estar solo haces un balance
La soledad nunca es mala, a menudo sirve como medio de superación personal. Si consigues sublimarte en la soledad, adquieres la capacidad de atraer a los seres luminosos. Al no trabajar en uno mismo y en su mundo interior, se repiten los mismos ciclos. Para cambiar nuestro entorno, para encontrar personas de valor que formen parte de nuestra vida, primero debemos transformarnos a nosotros mismos. Nuestras relaciones a menudo no son un reflejo de lo que somos, a veces podemos empezar a ser lo mismo que nuestras relaciones. No hay evolución sin involución. No hay armonía con los amigos y la familia sin un trabajo interior inicial o preliminar.
No sea tóxico
Al igual que queremos estar rodeados de gente buena, es bueno preguntarse si nosotros también somos buenos con los que nos rodean. Asegurar que mantenemos una bondad y pureza de propósito (que se refleja en una ausencia de egoísmo) garantiza que hacemos una contribución positiva a aquellos que están cerca de nosotros.
Ser humilde
Sin humildad, no hay progreso. Ser humilde significa reconocer los errores, no asumir que siempre tenemos la razón, ver a los demás como iguales y dignos de respeto. En resumen, la humildad es necesaria en cualquier relación sana. Hay mil maneras de desarrollarla, la primera de las cuales es simplemente ponerse en el lugar de la otra persona. La empatía es una cualidad increíble para conectar con la gente. Ser humilde significa dejar de lado tu ego para sentir a la otra persona. La vida nos enseña la humildad de muchas maneras: a través del recuerdo de la muerte, del contacto con la naturaleza, de la vida de las personas que nos han precedido. La lectura desarrolla a menudo nuestra inteligencia emocional.
Hazles saber que son importantes para ti
La gente que nos gusta es como nosotros. Necesitan una marca de atención para saber que son valiosos para nosotros. Según el libro de Gary Chapman, hay 5 formas de comunicar tu estima: tiempo de calidad, servicio, regalos, tacto, palabras de aliento. Es usted quien debe averiguar cuál es la lengua que mejor se adapta a su amigo. A veces es necesario repasarlo varias veces para encontrar el modo de expresión más adecuado.
En resumen:
Tienes que asegurarte de mantener cerca a las personas que valoras. Hay varias formas de hacerlo:
- Dar prioridad a las personas más importante
- Cumplir con las expectativas una vez identificadas
- Intentar compartir las mismas pasiones
- Mejorar la capacidad de escucha
- Superar los obstáculos cuando se presentan
- Cultivar una forma de soledad para ganar claridad
- Mejorar uno mismo para no ser tóxico para los demás
- Desarrollar la humildad
- Comunicarse de la mejor manera posible con las personas que valoramos