Los ciudadanos de los países desarrollados se han alejado gradualmente de la búsqueda de mejorar el alma. El término “alma” ya no se utiliza, de tal manera que el concepto ha desaparecido de la mente y el corazón de las personas. Para algunos, es solo una idea filosófica; para otros, es un recuerdo anticuado que realmente no tiene lugar en la era “moderna”. Sin embargo, el alma existe realmente y descuidarla puede hacerte daño en esta vida y posiblemente más allá.
La escuela contemporánea es un lugar de enseñanza incompleta
La escuela laica y republicana fue diseñada para desarrollar nuestra mente y nuestro cuerpo (a través del deporte) y, posiblemente, nuestras emociones a través de la literatura, por ejemplo. Esencialmente, la escuela pasa por alto una dimensión importante del ser para que sea completo: el alma. Ciertamente, una mente bien formada y un cuerpo bien construido pueden ayudar a ser un buen receptáculo para el alma, sin embargo, el alma misma necesita ser cultivada específicamente. El alma requiere cuidado diario, o corre el riesgo de marchitarse como una flor descuidada por el agua o el sol. Para trabajar en tu alma, debes actuar con conciencia de ella y sabiendo que todo lo que haces puede empañar o iluminar tu alma.
Mejorar tu alma
Tu alma se comporta de manera similar a tu cuerpo, es decir, es sensible a su entorno. Si estás en una habitación cálida, tu cuerpo comenzará a sentir calor. Si estás en un lugar con un alto nivel pránico, tu alma se sentirá fortalecida y en armonía. Por el contrario, si frecuentas regularmente lugares o personas con un bajo nivel pránico, tu alma comenzará a sufrir. Lo primero que puedes hacer para mejorar tu alma es comenzar a asociarte con las personas adecuadas e ir a lugares que promuevan tu armonía. Si esto no es posible para ti, otra cosa que puedes hacer para lograr paz para tu alma es abstenerte de cometer malas acciones como mentir, robar, hacer mal uso de tu sexualidad, matar o contribuir a la muerte, así como intoxicar tu mente (drogas, etc.). Los primeros problemas del alma comienzan cuando no se respeta esta regla básica. Cada una de estas malas acciones puede tomar una forma ligeramente diferente:
- Mentir: engañar, aparentar ser diferente de lo que uno realmente es, etc.
- Robar: hacer que alguien pague más de lo que debería, etc.
- Hacer mal uso de la sexualidad: no cultivar la modestia en nuestra mirada (mirar fijamente a las personas, etc.)
- Matar: comer carne (y contribuir indirectamente a la muerte de animales)
- Intoxicar la mente: entregarse a una actividad que nos hace dependientes y de la cual no podemos liberarnos.