Hacer bocetos es como plantar semillas para cultivar pinturas. Vincent Van Gogh
Vincent Willem van Gogh, nacido el 30 de marzo de 1853 en Groot-Zundert, Países Bajos, y fallecido el 29 de julio de 1890 en Auvers-sur-Oise, Francia, fue un pintor y dibujante holandés. Su obra llena de naturalismo, inspirada en el Impresionismo y el Puntillismo, anuncia el Fauvismo y el Expresionismo.
Cada trabajo, cada trabajo a gran escala comienza con las semillas que plantamos en nuestro cerebro, con pequeños trabajos, por modestos que sean. Un artista, un artesano, un trabajador, un empleador – en resumen, todos – tiene la capacidad de convertirse en un maestro de su arte trabajando en bocetos que formarán las piezas de un rompecabezas que constituirá la obra maestra de toda una vida. Un resultado notable no puede ser improvisado; es el resultado de un trabajo constante y a largo plazo puntuado por la mediación, la contemplación y otras reflexiones. La metáfora de la semilla y la planta es interesante porque el cerebro humano funciona de manera muy parecida: si plantamos una idea en ella, cosecharemos acciones que al juntarlas se convertirán en nuestra contribución a esta tierra. Cada aventura es cuidadosamente preparada, con mucha anticipación. Prácticamente no hay lugar para el azar. Debemos entrenarnos día tras día para estar listos en el momento adecuado para realizar los proyectos más hermosos, aquellos que quedarán en la posteridad y serán la marca de lo que somos en el fondo.