Los secretos son algo más que palabras que se intercambian entre las personas, sirven para sellar una amistad o una relación como una cómoda que sella un tesoro de valor incalculable.
La prueba del secreto
Como los secretos son difíciles de guardar, tienen un propósito muy específico: poner a prueba a quienes valoramos. Al igual que el hierro se fortalece con el fuego y el carbono, la amistad necesita ser probada para que sea tan dura como el acero.
El secreto es una vulnerabilidad compartida
Cuando confiamos un secreto, damos a otro una parte de nuestra vulnerabilidad. Es como confiar un pequeño y frágil pájaro al que se quiere. Si la persona a la que se lo confiamos consigue cuidarlo, este pájaro se hará grande y fuerte, como nuestra amistad. Por el contrario, si este secreto es traicionado, significará la muerte del pájaro, la muerte de la confianza y las posibilidades de una mayor amistad.
Una relación tiene que evolucionar si quiere mantenerse
En la amistad como en el amor, el estancamiento es la muerte. Los que no logran hacer evolucionar su relación se enfrentan a la inevitable desaparición de lo que creían haber construido. En esencia, una relación es como un avión, si hace aguas, se estrella.