Puede que no lo sepas, pero cada uno de nosotros tiene un traje especial que se pone en ocasiones especiales. Este traje representa tus valores, los que encarnas en momentos de peligro o de acontecimiento fatídico. A veces eres un superhéroe. Tienes una armadura que está guardada en un armario mental. Lo sacas de vez en cuando para que brille con todo su esplendor para mostrar a los demás de lo que eres capaz.
¿De qué está hecho este traje mágico?
En primer lugar, tienes que mentalizar este conjunto dándole sus propios atributos. Este disfraz de superhéroe es una prenda que te permite expresar tus superpoderes que normalmente están en reposo. Estos superpoderes son valores que te son propios y que no se ven en tu cara. Sólo son visibles en ocasiones especiales. Para que tenga un uso práctico y para que este atuendo tenga un efecto inmediato en ti, es necesario cuidarlo mientras lo usas de vez en cuando para que gane fuerza. Debes trabajar íntimamente para fortalecer los atributos de esta armadura.
Si no la utilizas, acumulará polvo o se oxidará como cualquier otra armadura y, finalmente, no te servirá de nada. Por eso es más que necesario sacarlo cuando se presenta la oportunidad.
Imagínate a ti mismo como un superhéroe, la mayor parte del tiempo vives en el anonimato, nadie se fija en ti, pero trabajas en la sombra para desarrollar tus cualidades físicas y mentales con el fin de utilizarlas cuando sea necesario. El hombre malvado suele ser grosero y ruidoso porque trata de imitar la fuerza que confunde con la vulgaridad. No seas como él, sé humilde y discreto pero listo para abalanzarte como un tigre si eres testigo de una injusticia o al menos puedes ayudar a alguien que está en una posición delicada. Por supuesto, no hay que salirse siempre del camino a riesgo de agotarse y estropear el traje, sino que hay que encontrar el equilibrio adecuado para que los periodos de descanso y retiro necesarios sean más largos que esos intensos estallidos de energía.
