o los beneficios de la serendipia
Serendip, según un cuento persa, es un reino gobernado por un rey preocupado por la educación moral de sus tres príncipes. Para perfeccionar su educación, los envía a los cuatro rincones del reino para que obtengan valiosas lecciones y así convertirlos en monarcas ejemplares.
Según el diccionario Le Robert, la serendipia es la “habilidad o capacidad de hacer un descubrimiento inesperado por azar y captar su utilidad (científica, práctica)”.
¿Has incorporado la serendipia como factor de progreso o incluso de transformación en tu vida? Si es así, ¿cómo has estructurado tu existencia para que la serendipia fluya de forma natural?
Las grandes empresas tecnológicas como Google han integrado bien esta noción. La regla del 20% es un ejemplo perfecto: el 20% del tiempo de los Googlers (empleados de Google) puede utilizarse libremente para la investigación personal, esté o no relacionada con su trabajo.
La serendipia puede adoptar muchas formas: genética (si decide tener hijos con alguien que no es de su nacionalidad, por ejemplo), intelectual (si se esfuerza por aprender un nuevo idioma o leer libros de géneros diferentes), emocional (si se sumerge en culturas que no comparten los mismos códigos emocionales de interacción social), etc.
La serendipia es una parte integral de nuestra especie. Esta idea es la que permitió a nuestros antepasados hacer descubrimientos e incluso simplemente evolucionar. Bipedismo, agarre de manos, fabricación de herramientas, control del fuego, etc. Todas estas innovaciones iban necesariamente acompañadas de la asunción de riesgos, y aún más de la serendipia.
Todos tenemos una mayor o menor propensión a la serendipia, ya sea de origen natural o cultural. Este valor es un factor de progreso, pero debe medirse en relación con lo que somos. Por tanto, no es deseable hacer de la serendipia el paradigma de nuestra vida si aspiramos en el fondo a una vida tranquila, sedentaria y libre de perturbaciones. La serendipia es un espectro en el que todos podemos encontrar nuestro lugar. He aquí una lista de algunas actividades que pueden desarrollar este valor en ti:
- viajar
- involucrarse seriamente en una red social para aumentar su red de conocidos
- leer
- aprender una nueva habilidad
- unirse a una asociación
- hablar con desconocidos (por ejemplo, compartiendo coche)
etc.
