¿Por qué nos inclinamos por el conformismo?
Tenemos miedo de lamentar nuestras acciones si nos arriesgamos a innovar, en lugar de conformarnos. Este es un temor un tanto comprensible, ya que cuando se trata de innovación, el 50% puede tener éxito, pero también otro 50% puede estar condenado al olvido debido al fracaso. Esto explica por qué el conformismo es una garantía segura de supervivencia y una oportunidad de reproducción al evitar el ostracismo social]. Sin embargo, la humanidad ha progresado gracias a aquellos que se atrevieron a dar un paso adelante y seguir un camino distinto. ¿Sigue siendo así hoy en día? ¿Sigue siendo más seguro seguir la manada?
No parece ser exactamente lo mismo que hace algunas décadas. Ahora estamos más inmersos en una sociedad flexible que en una fija. Muchas cosas en nuestra vida social y económica están cambiando. Viviendo de forma aislada podemos ponernos en peligro. De hecho, como cada vez estamos más comprometidos en la competencia con otros países en el mercado laboral, tener la capacidad de adquirir nuevas habilidades más rápidamente que otros es un indicador clave de éxito.
No sólo se nos exige que aprendamos más rápido, sino que también tendremos que adoptar una nueva ideología. Claro que podemos resistir, pero es un maremoto que trastornará todas nuestras concepciones de la vida en lo que se refiere a la política, la economía y la interacción humana y animal. Como la mayoría de nosotros estamos de acuerdo en el hecho de que la era de los imperios terminó no mucho después de la Segunda Guerra Mundial, nos asombra contemplar a la gente que todavía lleva esta ideología Los miramos como si fueran un vestigio de un tiempo remoto.
Lo mismo ocurre hoy en día: estamos en un periodo de transición, pasando de una concepción capitalista-liberal-humanista de la vida a una concepción ecológica-minimalista o incluso antiespecista. Está claro que este cambio se producirá en años y no en décadas, pero se producirá. Dicho esto, ¿cuáles son las mejores elecciones que podemos hacer hoy? Tenemos que educarnos y prepararnos para adaptarnos a un nuevo mundo dominado por la conciencia de nuestros ecosistemas y la fragilidad de la naturaleza, a pesar del posible choque de civilizaciones que podamos presenciar.
El nacionalismo, el imperialismo, el consumismo (/ productivismo) son de otras épocas, los que asegurarán un futuro seguro son los que podrán sentir esta perturbación y podrían convertirse en los líderes de una nueva era.
