A menudo no somos virtuosos por naturaleza, sino debido a nuestras limitaciones. Es simplemente la dificultad la que nos obliga a ser más virtuosos.
En la Biblia se dice que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico atraviese las puertas del cielo. ¿Por qué? Porque la pobreza es una restricción material que puede ayudar a desarrollar un sentimiento espiritual más fuerte que si uno viviera en la opulencia.
Restricciones autoimpuestas para ser mejor
La mayoría de las veces, las limitaciones nos las impone la vida. Sin embargo, hay limitaciones que puedes imponerte a ti mismo para ser mejor persona, por ejemplo, un código moral.
Una vida dura puede hacerte más noble
Hay nobleza en el trabajador que se levanta a las 4 de la mañana para ir a dar de comer a su familia. Hay nobleza en el ama de casa que se sacrifica para que sus hijos tengan un futuro mejor. Hay nobleza en quien nunca se va de vacaciones para poder pagar la educación de sus hijos. Hay nobleza en el niño que empieza a trabajar muy joven para no ser una carga para la familia.
Dicho esto, no hace falta ser pobre para poder recrearse en las difíciles condiciones de la vida. Uno puede ser rico o aspirar a serlo mientras se impone a sí mismo difíciles restricciones morales.
Recrear un marco moral estricto para evitar convertirse en un ser despreciable, corrompido por la propia comodidad
Definir reglas morales básicas
Imponerse una dificultad aunque se viva con comodidad
Si no disfrutas de la dificultad de una vida dura y de las posibles virtudes que conlleva, puedes recrear las condiciones. Un ejemplo interesante es el de los samuráis. Cuando la paz reinó en Japón, los samuráis podrían haber perdido su espíritu guerrero y la nobleza que conllevaba. En lugar de ello, formalizaron su espíritu guerrero en lo que se conoce como bushido. Incluso mientras desempeñaban ocupaciones inofensivas, como administradores o contables, conseguían conservar su espíritu marcial adhiriéndose a las estrictas reglas del bushido. La disciplina y la gravedad debían dominar sus acciones incluso cuando escribían una nota o llevaban las cuentas.
Vacío exterior, riqueza interior
Hay un famoso dicho: “Los tiempos difíciles traen hombres fuertes, los hombres fuertes crean tiempos fáciles y los tiempos fáciles traen hombres débiles”. En resumen, las dificultades forjan el carácter. Las personas que viven en condiciones extremas (montañas, frío, animales salvajes, escasez, etc.) suelen tener mayor capacidad de recuperación que las que crecen en climas más hospitalarios.
¿Por qué los padres suelen ser mejores personas?
Tener un hijo es una presión autoimpuesta para convertirse en mejor persona. Por supuesto, no me refiero a los padres que no asumen responsabilidades. La paternidad suele ser un ejemplo de compulsión que nos empuja a una mayor abnegación, sacrificio y servicio. A menudo es una forma sencilla y eficaz de crear un cambio profundo en un individuo. Por supuesto, no es una carga que deba tomarse a la ligera y no debe asumirla alguien que no se sienta capaz de hacerlo, o de lo contrario el futuro de un niño se verá comprometido.
El deporte como compulsión que nos hace mejores
El deporte es también un ejemplo sorprendente de coacción que conduce a la mejora. ¿Por qué obligarse a correr decenas de kilómetros, levantar pesas o luchar contra un adversario si es en vano? La coacción física y moral que representa el deporte nos obliga a mejorar en ambos aspectos.
La escuela, una coacción para volverse sociable y disciplinado
La escuela es un lugar incómodo para todos los niños. Abandonar la burbuja familiar para incorporarse a un espacio poblado por desconocidos puede resultar confuso. Sin embargo, al hacerlo se aprenden al menos dos cosas esenciales: la vida social y el poder de la disciplina, a través del trabajo y el estudio. Ambas cosas son importantes para la vida en general y sirven de herramientas indispensables para triunfar en la sociedad. Al imponerse a sí mismo la restricción de la escuela, uno pone de su parte las posibilidades de mejorar su inteligencia social y desarrollar sus capacidades cognitivas.
¿Qué lecciones podemos aprender?
– La restricción es el principal lugar de aprendizaje
– Las limitaciones suelen desarrollar nuestro carácter
– Las limitaciones pueden recrearse artificialmente a través del deporte, por ejemplo.
– La virtud es a menudo el resultado de la coacción.
– La coacción es esencial para nuestro progreso moral, físico e intelectual.