Los acontecimientos recientes han puesto de relieve las desigualdades que persisten en las sociedades supuestamente más avanzadas del mundo. ¿Cómo podemos explicar la persistencia de actos abominables por parte de los que están en el poder? ¿Es un recordatorio del pasado? ¿Estamos todos condenados a revivir las injusticias que están en la raíz misma de la constitución de nuestras naciones? ¿Cuáles son los fundamentos sanos de una sociedad que se considera que no tiene incumplimientos?
Por supuesto, es difícil responder a tal pregunta simplemente porque una sociedad se centra en un conjunto de valores; al hacerlo, elige descuidar los valores opuestos. Así, una sociedad que elige el secularismo no puede reclamar valores espirituales y viceversa. Lo mismo se aplica a innumerables valores. Sin embargo, existe un antagonismo común a todas las sociedades que es en sí mismo un indicador de progreso: la relación entre libertad e igualdad.
Una sociedad funcional logra un equilibrio entre los dos valores de igualdad y libertad. Por el contrario, una sociedad que fracasa está demasiado polarizada en uno de estos valores, lo que provoca malestar y sufrimiento para sus ciudadanos.
¿El cursor es el mismo de una generación a otra?
Parece que no, los avances tecnológicos, por ejemplo, dan más libertad, que debe ser compensada por los avances en el campo de la igualdad.
El equilibrio entre estos dos valores es siempre inestable en un mundo cambiante, lo que explica por qué una sociedad no puede fijarse en un momento dado, de lo contrario comenzará a invertir esta relación y se polarizará en uno de estos dos valores.
En cierto modo podemos comparar estos cambios con el movimiento de la Luna, la Luna gira alrededor de la Tierra, que a su vez gira alrededor del Sol. El equilibrio se mantiene porque la Tierra no es un punto de referencia fijo. Sin embargo, las sociedades actuales (la Luna) actúan como si su cursor estuviera grabado en mármol (la Tierra), es decir, estático e independiente de los profundos cambios que se están produciendo en la sociedad (el Sol). Si la Luna no tiene en cuenta la atracción del Sol, no puede evolucionar adecuadamente alrededor de la Tierra. Del mismo modo, si las sociedades no reajustan constantemente su deslizador de libertad/igualdad para tener en cuenta los profundos cambios que se están produciendo en sus sociedades, crearán injusticia y sufrimiento porque se polarizarán demasiado en uno de estos valores.
