Los principales trastornos del alma provienen de un ego demasiado presente. El ego nos hace sufrir más de lo necesario porque nos desconecta de la verdad absoluta, la cual afirma que no hay una diferencia fundamental entre nosotros y los demás, y que, en última instancia, todos estamos conectados entre sí. Esta verdad, por supuesto, no es accesible ni palpable para todos. Solo aquellas personas que han desarrollado profundamente su conciencia pueden llegar a tales conclusiones. Una de las primeras barreras que superar para vislumbrar los rayos de la verdad es la del ego.
Perdiéndote en la Tarea para Perder el Sentido de Ti Mismo
La mejor manera de encontrarte a ti mismo es perderte en el servicio a los demás. – Gandhi
Una de las formas más efectivas de reducir el ego es dedicarte a una causa o tarea hasta estar totalmente absorbido en ella. Este fenómeno se llama flujo y fue teorizado por Mihály Csíkszentmihályi. Hay innumerables cosas que nos impiden alcanzar el flujo regularmente, y una de ellas es ser demasiado conscientes de nosotros mismos, especialmente estar constantemente pensando en lo que los demás piensan de nosotros. El trabajo, cuando está bien elegido, tiene el efecto notable de desviarnos de nosotros mismos y nos permite vivir el momento presente, perdiendo tanto la conciencia de uno mismo como la noción del tiempo.
El Flujo es un Camino hacia la Felicidad
Si quieres ser feliz, necesitas deshacerte de los velos de la ignorancia porque la felicidad basada en lo falso equivale a una felicidad falsa. Para hacer esto, es necesario rendirse a una tarea. Al estar absorbido en una actividad, podemos apartar el ego, lo que nos permite tocar un fragmento de verdad en nuestra vida diaria. Para encontrarte, irónicamente debes saber cómo perderte.
