Para destruir un cultivo, basta con destruir una generación. Esta técnica fue utilizada por los británicos en sus colonias (véase Generación robada en Australia y Canadá). También hay otra forma de acabar con un cultivo, y es exterminando a los portadores. Hoy en día, parece que una nueva cultura de masas lleva en sí misma las semillas de su propia…
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