Reflexión

Cúal es el precio de la felicidad?

Parece que no vivamos en una sociedad en la cual se busca la felicidad. Estamos enfocado al contrario toda nuestra vida en la busqueda de algo que nos escapa y que nos podemos alcanzar ahora, ya. Pasamos por alto el presente, éste no nos interesa, preferemos mejor pensar en el futuro o en cosas sobre las cuales no tenemos realmente une control. Pensar demasiado en el futuro nos permite a veces evitar enfrentarnos contra nuestra vida cotidana: hacer planes puede hacer que nos desconectamos de lo que pasa ante nuestros ojos.

El futuro a veces nos mejora pero puede ser nuestra mejor excusa

Tener objetivo nos permite tener una dirección y mejorar nuestro enfoque, pero el problema es que podemos convertirnos en una persona que descuida el presente, la gente que no les sirve para sus planes y que al final vive en otro mundo – en un mundo que aún no existe – . Esta enfermedad, este vicio proviene de varias razones, pero una frecuente es un sentimiento de inseguridad que nos obliga a correr hacía una meta por medio de ver las cosas que nos asustan. Este actitud pero ser un reflejo de sobrevivencia que puede impedir tener empatía por los demas y que al final nos olividamos lo que nos define como ser humano (en el bueno sentido).

La felicidad es devaluada

Poca gente busca directamente la felicidad, a contrario buscamos las heramientas que nos permiterían ser feliz. Está bien, pero el problema es que olivadamos después de un cierto tiempo la razón incial de nuestra busqueda. El caso tipico es el dinero: deseamos adquirir dinero porque puede contribuir a nuestra felicidad, entonces queremos un buen trabajo y hacer un buena carrera. Empezamos desde nuestra infancia en este carril hacía la felicidad sin darnos cuenta que logramos el dinero.

El dinero es una palabra difícil de definir. Entonces buscamos varios ingredientes pero a veces nos enfocamos demasiado en un ingrediente, por eso empieza la infelicidad, por falta de sabor, o desequilibrio.

La felicidad no tiene un precio en sí, sino un coste que es trabajar al día con lo que tenemos y agradecer por lo que ya tenemos. Cada vez más somos más agradecidos, cada vez podemos hacer crecer esta burbuja de felicidad. Ser conciente de que todo lo que podemos conseguir en la vida nos llena de satisfación pero hay que empezar  ya el camino  de ser feliz. Porque no se sabe, si una vez que alcanzamos nuestras metas , si podrémos : La felicidad se cultiva aquí y ahora con lo poco que tenemos, y agradecer todo a lo largo del camino, es la única manera de ser feliz.

La felicidad es un camino.

 

Edward

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