Un día vas a morir. Es una realidad que no puedes ignorar, aunque todo el mundo viva como si fuera inmortal. El alma es permanente, aunque envejezcas, tu alma sigue siendo la misma, sólo puede ser manchada por tus acciones. Imagina ahora que tienes 95 años. La mayoría de tus amigos han fallecido. Tus padres, abuelos y hermanos hace tiempo…
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