La inocencia puede manifestarse cuando perdemos la conciencia de nosotros mismos. El yo es a la vez nuestro aliado y nuestro peor enemigo. El enemigo es ese otro yo al que miramos con envidia. La envidia no es más que un símbolo de nuestra propia carencia. La carencia surge cuando intentamos satisfacer una necesidad ilimitada en algo finito. Lo que…
+