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¿Te sientes cómodo contigo mismo?

Los males contemporáneos tienen en parte su origen en la infelicidad o el odio a uno mismo. Resolver el enigma de la depresión o la pérdida de sentido contribuiría necesariamente a un bien común.

Ser bueno con uno mismo implica no huir de uno mismo. El deseo de estar siempre ocupado, de ocuparse de la más mínima tarea que pueda aumentar nuestra productividad es sintomático de nuestro tiempo. Somos eficientes, optimizamos nuestro tiempo, en última instancia para invertirlo en una optimización aún mayor. La imposibilidad de vivir en el momento presente ilustra nuestra incapacidad de estar en armonía con nosotros mismos. Cuando nos preocupamos por estar ocupados todo el tiempo, también podemos dedicarnos a evitar los problemas o preocupaciones que nos molestan. Dicho esto, la acción puede ser terapéutica. La acción crea un impulso que puede transformar los pensamientos negativos en positivos porque este proceso mejora la autoestima.

Nos sentimos más cómodos con nosotros mismos cuando nos vemos haciendo muchas cosas. Por otro lado, estar inmerso en una forma de soledad durante días y días puede hacer aflorar traumas o dolores que se han ignorado durante mucho tiempo. Es necesario afrontar estas situaciones para progresar. Cuando viajamos, descubrimos un nuevo ritmo que se nos impone. Muy a menudo este cambio es desagradable y deseamos volver a nuestras preocupaciones para no dejarnos contaminar porque lo identificamos como una perturbación. Sin embargo, aceptar que nuestro propio ritmo se modifica puede ser saludable en el sentido de que puede hacer germinar nuevas ideas o hacernos conscientes de algo profundo de lo que no éramos conscientes hasta entonces.

La soledad, incluso parcial, es algo que todos experimentamos o sufrimos en algún momento. Cuando llama a nuestra puerta, debemos saber recibirla con la cortesía que merece. La soledad es la mejor escuela para aprender sobre uno mismo, descubrir la sabiduría y finalmente conectar con los demás. En efecto, por sorprendente que parezca, cuando estamos más a gusto con nosotros mismos, cuando nos conocemos mejor, podemos crear más fácilmente vínculos con las personas que nos rodean. Además, la calidad y profundidad de las relaciones que habremos podido establecer tras los periodos de soledad sólo serán mayores

La soledad es una lección que solemos rehuir, y sin embargo es a través de ella como podríamos mejorar colectivamente el bienestar y los vínculos humanos.

Edward

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