Existen buenos y malos hábitos matutinos. Vamos a ver cuáles son los que os permitirán arrancar el día con un impulso positivo que durará hasta la tarde.
La gratitud es una actitud positiva que os da el poder de ver siempre el vaso medio lleno. La gratitud es importante, porque os permite ahuyentar las emociones negativas, dejándoos conectar más profundamente con la gente. Además, os da un cierto sentido del control que desarrolla notablemente la bondad a lo largo del día. La gratitud es un esfuerzo de sinceridad que contribuye a daros cierto sentido de control puesto que no sufrís por los peligros de la vida, los aceptáis sabiendo extraer una lección. Una manera simple de cultivar la gratitud es tener un diario en el cual escribir como mínimo tres cosas cotidianas por las cuales estéis agradecidos. Este pequeño hábito matinal tendrá un efecto inmediato en vuestra vida.
Saberse concentrar en aquello que podemos cambiar y que nos anima es lo más importante. De hecho, más que sufrir por noticias alarmantes teniendo la impresión de ser impotentes, es mejor concentrarse en nuestra zona de influencia y trabajar en ello diariamente. Este esfuerzo os permitirá hacer crecer aquello que brilla en vuestra vida y eliminará progresivamente las zonas de sombra. Teniendo un estado anímico tan dispuesto, ganaréis confianza, porque veréis que tenéis impacto a vuestro alrededor y que no seréis pasivos.
El ejercicio matutino es importante porque te permiten activar y dinamizar tu cuerpo. Vuestro estado anímico y vuestro cuerpo están profundamente ligados. Haciendo el esfuerzo de levantaros por la mañana y hacer un pequeño paseo o correr, veréis que os “despertáis” de un mejor humor. Durante este paseo, no necesariamente largo, podéis aprovechar para hacer ejercicios de respiración conscientes: de 3 a 5 inspiraciones profundas, seguidas de 3 a 5 espiraciones profundas, haciendo de 8 a 10 ciclos. Observaréis cambios en vuestros pensamientos: la respiración os da inspiración.
Las emociones condicionan vuestra vida. Si solo tenéis emociones negativas, vuestra vida será miserable. También, para mantener emociones positivas y así tener una vida mejor, es necesario prestarles atención. ¿Cómo?
Manteniendo un diario en el que intentéis vincular los acontecimientos sucedidos con las emociones sentidas. Os permitirá seguir el curso de vuestras emociones a lo largo del tiempo y poner distancia progresivamente con las emociones negativas, controlando el impacto de ciertos eventos. Poco a poco, veréis que aumentaréis vuestro propio control y que vosotros seréis la fuente de vuestras emociones positivas.
Escribir cada mañana (cerca del alba) las dos o tres cosas (máximo) importantes que queréis alcanzar durante el día. A continuación, esforzaros por alcanzar esos dos o tres objetivos. Teniendo una idea clara de lo que queréis hacer y dándoos cuenta de ello cada mañana, tendréis un sentimiento verdadero de realización.
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