El cuerpo necesita un gran esfuerzo para producir semillas humanas. Los indios llaman a la semilla masculina “oja”, que significa savia. Gran parte de las traducciones espirituales y filosóficas pretendían dar otra expresión a la energía sexual. Por eso, la figura del asceta está presente tanto en los filósofos como en los monjes. Producir una réplica de nuestro ADN es costoso en energía, como lo es para los árboles segregar su preciado líquido. Por lo tanto, tener cierta moderación en el uso de tus semillas puede ayudarte a conservar una energía importante.
Hoy en día existe mucha presión para malgastar el semen, ya sea a través del sexo o de la masturbación. La hipersexualización de la sociedad es en parte responsable de ello. El sexo se ha convertido en una importante cuestión de estatus. El rendimiento adopta muchas formas: el éxito económico o el deporte, por ejemplo. El sexo no es una excepción en esta competición. Para evitar caer en esta trampa, debemos devolver al sexo el carácter sagrado que merece.
La sublimación es un fenómeno importante en la experiencia humana, y es especialmente relevante cuando se discute el potencial de la energía sexual. La sublimación de la energía sexual puede ocurrir cuando la energía de la sexualidad es manejada y re-canalizada en otras formas, como el arte, el deporte o la espiritualidad. Al decidir conscientemente usar la energía de la sexualidad de una manera positiva y constructiva, los individuos pueden encontrarse en una relación más saludable y satisfactoria con su sexualidad.
Un ejemplo de cómo lograr la sublimación de nuestra energía sexual es a través de la práctica de asanas específicas, o posturas físicas, que se encuentran comúnmente en el yoga. Al permitir la liberación de impulsos y energías sexuales a través de estas asanas, los individuos pueden usar su energía sexual como fuente de fuerza y creatividad. Las asanas diseñadas específicamente para liberar energía sexual pueden abrir y expandir los canales energéticos y el sistema endocrino, lo que permite una expresión más saludable y equilibrada de la sexualidad.
Es importante recordar, sin embargo, que cuando nuestras mentes están preocupadas y dominadas por pensamientos y deseos sexuales, a menudo puede ser difícil resistir la tentación de “desperdiciar” nuestra energía sexual a través de la promiscuidad, las actividades sexuales excesivas u otras formas de perder nuestro autocontrol. Para acceder verdaderamente y cosechar los beneficios de la sublimación, debemos esforzarnos por permanecer conscientes de nuestra toma de decisiones y elegir conscientemente usar nuestra energía sexual de una manera más productiva y significativa.
La sublimación de la energía sexual es un proceso importante que puede tener beneficios reales y tangibles para nuestra salud mental, física y espiritual. Al abrazar activamente nuestra propia sexualidad y aprender a canalizar la energía de este aspecto de nosotros mismos, estamos participando en una práctica de salud y bienestar que beneficiará nuestras vidas tanto a corto como a largo plazo.
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