La serendipia es un ingrediente esencial para aumentar los factores de éxito en la vida. Consiste en multiplicar las oportunidades recurriendo al azar, o al menos provocando la suerte. La suerte es necesaria en todos los niveles de la vida, pero ¿debemos buscarla siempre y en todas partes? Veamos algunas de las respuestas a esta pregunta.
La serendipia se confunde a veces con la incapacidad de centrarse en una cosa antes de asimilar las habilidades necesarias para tener éxito. La serendipia es como las especias en un plato, hay que saber dosificarla, normalmente con moderación, o se corre el riesgo de no avanzar realmente en un área. Todo lo nuevo crea emoción. El problema de intentar buscar siempre algo nuevo es que acabas dando vueltas en círculos como un barco que se mueve con el viento. Para superar este problema, hay que tener un rumbo fijo. La serendipia puede adoptar la forma de un viento o un oleaje favorable en nuestro camino. Aunque parezca que nos estamos desviando, en realidad hemos encontrado un camino más rápido hacia nuestra meta. Esta es la forma de ver la serendipia, no es un ingrediente mágico que nos llevará del punto A al punto B sin ningún esfuerzo por nuestra parte.
Toda profesión se caracteriza por un mayor o menor grado de serendipia. Un investigador o un artista están obligados a enfrentarse continuamente a nuevas ideas y conceptos si quieren progresar en su campo, pues de lo contrario corren el riesgo de quedarse atrás respecto a sus colegas. Por el contrario, hay otras categorías profesionales que hacen hincapié en valores más importantes que la serendipia (como la seguridad, la autonomía o la fiabilidad). Para estos últimos, no será tan importante situar la serendipia como elemento central de su estrategia profesional. En este sentido, se puede pensar en profesiones como la de joyero, banquero o guardaespaldas. Cada una de estas profesiones se organiza en torno a valores mucho más fuertes, respectivamente la meticulosidad, la confidencialidad y la fiabilidad. Depende de ti ver cuánta serendipia se necesita en tu campo.
En cualquier caso, es necesario un cierto grado de tolerancia a alguna forma de aburrimiento para destacar en un campo. El aprendizaje de una habilidad lleva, tarde o temprano, a alcanzar una meseta. Los que se convierten en los mejores (maestros) de una disciplina consiguen tener la paciencia de esperar los largos meses, a veces años, para superar la meseta en la que se encuentran. Por supuesto, no se sientan a esperar que la situación se resuelva por sí sola. Por el contrario, buscan todas las soluciones posibles a su problema. Así que en este caso, pueden utilizar la serendipia, no para encontrar una excusa para hacer otra cosa, sino para descubrir nuevas formas de resolver el mismo problema al que se enfrentan.
Puede ser tedioso o incluso difícil encajar siempre la serendipia en tu vida. Puedes crear redes, obligarte a viajar regularmente, hablar con desconocidos, etc. El problema de este enfoque es que consume tiempo y energía. Es mucho más interesante crear un sistema que atraiga de forma natural la serendipia hacia ti en lugar de buscarla constantemente en otra parte. En resumen, es mejor estar en el “tirón” que en el “empuje”. ¿Cómo podemos cambiar nuestro enfoque para que las oportunidades se nos presenten por sí solas en lugar de estar ansiosos por buscarlas siempre?
Tres claves importantes para dar un giro a la situación
Si no tienes una mentalidad que aporte valor, será difícil atraer verdaderamente la serendipia hacia ti. En pocas palabras, tienes que ponerte en el lugar de las personas con las que tratas, para tratar de entender lo que necesitan e intentar satisfacer sus expectativas lo mejor posible, dentro de los límites razonables de tus recursos de tiempo y energía, además de tener un auténtico deseo de hacerlo. Aportar valor es una mentalidad que hay que desarrollar constantemente, y puede llevar tiempo. Sin embargo, esto es esencial antes de considerar las otras dos claves de la serendipia “pasiva”.
Una vez que hayas cambiado tu mentalidad sobre cómo te relacionas con los demás, tienes que aprovechar las herramientas que te permiten compartir valor automáticamente. Puede ser a través de vídeos, blogs, podcasting, etc. La clave es hacer que esta entrega de valor no dependa de su tiempo y energía.
Una vez que se han dado los dos primeros pasos de la serendipia pasiva, finalmente hay que desarrollar las habilidades de marketing que te ayuden a difundir tu valor al mayor número de personas posible.
Una vez que todo esto esté en marcha y siga aportando valor de forma constante mediante el uso de la tecnología y las palancas de marketing, naturalmente le llegarán nuevas oportunidades. Dependerá de ti. Recuerda que lleva tiempo, tienes que ser paciente y creer en el proceso.
Puedes decidir introducir la idea de serendipia en tus relaciones conociendo a gente nueva. Sin embargo, no debes dejar de lado antiguas relaciones valiosas con el pretexto de que buscas aumentar tu serendipia. Aquí, la reflexión que hay que tener es la misma que para llegar a ser un maestro en un campo, no te puedes extender demasiado. Una relación es como una habilidad, requiere tiempo, energía y paciencia para ganar profundidad.
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