Somos espectadores diarios del extravagante éxito, al menos aparente, de varias personas principalmente del mundo del espectáculo. Además, las comparaciones que hacen los medios de comunicación social, ya sean profesionales o simplemente personales, pueden afianzar en nosotros la idea de que nuestras vidas no tienen sentido y que no estamos logrando nada grande. Esta impresión, aunque a primera vista parezca un sufrimiento, puede ser el germen de una increíble humildad que favorece la creación y la superación de uno mismo.
¿Cuál es el escollo por el que se abren paso los más ambiciosos? ¿No es la satisfacción o la autosatisfacción lo que lleva a dormirse en los laureles?
Los más grandes de este mundo han logrado hazañas porque no eran plenamente conscientes de sí mismos. Estaban constantemente absortos por su trabajo y habían desarrollado una cierta insatisfacción con su tiempo que los empujaba a cuestionarse constantemente y finalmente a superarse.
La insatisfacción o incluso la aflicción que a veces se puede sentir, sobre todo cuando se permite el juego de las comparaciones, debe ser vista sobre todo como una cualidad. Este rasgo puede ser fructífero si no conduce a la parálisis. Así pues, para que la insatisfacción sea beneficiosa, debe combinarse con una dosis de optimismo y confianza en sí mismo para tomar medidas y superar los obstáculos.
En El señor de las moscas de William Golding, la situación inicial de la historia…
Sin duda deseas mejorar tu vida, como todo el mundo. ¿Y si la mejor manera…
¿Por qué valoramos tanto nuestra profesión y el estatus social que la acompaña? Estos dos…
Las malas decisiones que tomamos en la vida suelen ser atribuibles al miedo, la avaricia…
El Santo Grial de la existencia es convertirse en antifrágil, es decir, hacerse más fuerte…
Viniste a la Tierra por una razón, y fuiste tú quien lo deseó. No lo…