Saber dónde estás en todo momento
Algunas discusiones pueden ser cautivantes, otras, por el contrario, pueden ser angustiosas. ¿Cómo explicas estas diferencias? ¿Hay alguna forma de “elevar” una conversación?
Parece haber cuatro niveles de discusión.
Veamos cuales son:
Hablar de la gente:
La mayoría de las veces, cuando hablamos de alguien, es para criticarlo. Por desgracia, es bastante raro que la gente se reúna para elogiar las cualidades de una persona. Así, el nivel más bajo de una conversación es el que se relaciona con las personas, ya que es sobre todo la atracción o repulsión que se expresa. Esta es la opinión que se formula sobre criterios que, en la mayoría de los casos, son puramente subjetivos.
Hablar de eventos:
El segundo nivel es sobre los acontecimientos actuales, porque es el lado emocional del sujeto. No hay un verdadero desapego y análisis. Permanecemos en un nivel bastante intermedio en la discusión. Las imágenes pueden apoderarse de nuestra capacidad de razonar con calma y sabiduría.
Hablar de ideologías:
A este nivel, sólo estamos en el nivel de la creencia. Por eso el argumento que se crea en torno a una ideología sólo está ahí para justificar una decisión o un interés personal. Los debates ideológicos, ya sean políticos o religiosos, pueden ser intelectualmente interesantes, pero no debemos olvidar que la mayoría de las veces, no llevan a ninguna parte porque cada debatiente permanece anclado en su posición ideológica inicial.
Hablar de conceptos:
La única discusión que puede “elevar” el nivel es la que está desprovista de cualquier juicio de valor, sesgo, atracción o repulsión. Para ello, hay que tener un enfoque que sea el más racional, el más idealista, el más conceptual.
El enfoque es frío pero es sobre todo el argumento lógico y razonado que se expresa. No expresas una opinión, desarrollas un razonamiento. Por eso se puede hacer un informe más objetivo dando prioridad a las ideas.
Por supuesto, se pueden utilizar las etapas “inferiores” de la discusión para ilustrar un concepto, esto se llama narración de historias. Esto será aún más efectivo porque podrás comunicarte a un nivel más emocional con tu audiencia. El problema es no quedarse estancado en niveles bajos de discusión. Así pues, es apropiado observarse a sí mismo para darse cuenta del tiempo que se ha dedicado a tal o cual nivel de discusión a fin de evaluar su interés.
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