Relaciones

¿Le gustas a la gente más por tus defectos que por tus cualidades?

Un defecto es una aspereza, es decir, algo que da a la vez profundidad y una posibilidad a la que agarrarse. En una palabra, te da satisfacción. También es lo que nos hace particularmente humanos. Un defecto a veces puede contener una cualidad, pero lo contrario siempre es cierto. ¿La gente nos quiere más por nuestros defectos que por nuestras cualidades?

El poder del defecto

Mostrar los defectos es un signo de autenticidad, de ser capaz de desnudarse en cierto modo. Significa ser capaz de mirar a la gente sin máscara, y por eso nos aprecian: la gente puede ver claramente la naturaleza de lo que está mirando.

Elegir los defectos

A menudo pensamos en nuestras cualidades pero no queremos tener la imagen especular de ellas, es decir, los defectos correspondientes. Sin embargo, es obligatorio, no se puede adquirir una cualidad sin desarrollar un defecto consecuente. Es la voluntad de ser impecable la que nos obliga a no desarrollar más cualidades. Sin embargo, eligiendo cuidadosamente nuestros defectos, podemos desarrollar grandes cualidades. He aquí un ejemplo de las cualidades y defectos que puedes elegir:

estudioso – aburrido: no puedes convertirte en un estudiante modelo sin desarrollar a cambio una forma de aburrimiento. Como estudiar requiere concentración y disciplina, es normal que seas reacio a la rutina y a las distracciones. Sin embargo, es la capacidad de entretener (y ser entretenido) lo que hace que alguien sea apasionante.

Rápido – ligero: un avión fuerte no es rápido y un avión rápido no es fuerte. Lo mismo ocurre con el cuerpo. Un luchador de MMA debe reflexionar a fondo sobre su relación entre fuerza y velocidad para convertirse en un arma formidable. Un aumento de la masa muscular se producirá a expensas de la velocidad de movimiento y del impacto.

Sensibilidad (inteligencia emocional) – fragilidad: no se puede ser guerrero y poeta al mismo tiempo. Las pocas obras escritas por guerreros carecían de poesía: Los cinco anillos de Miyamoto Musadji, por ejemplo. Esto no significa que no fueran sabios. Para tener que resistir la agresión, uno debe volverse insensible. A la inversa, para poder describir el mundo que nos rodea a través de la poesía, hay que quitarse el caparazón, exponerse, lo que implica ser más frágil y estar menos dispuesto a luchar.

Explorador – superficialidad: si te gusta viajar a todas partes y a todo el mundo, no podrás profundizar en el lenguaje y el conocimiento de las culturas que encuentres. La cantidad es lo contrario de la calidad. Para conocer bien un país y su cultura, hay que establecerse durante un tiempo y tomarse la molestia de profundizar en todos sus aspectos.

Bon vivant – espiritualidad de superficie: Si te gusta la buena comida y eres un poco glotón, te resultará difícil desarrollar tu dimensión espiritual. La espiritualidad implica recogimiento, soledad y un cierto vacío corporal para dar tiempo a que el espíritu se llene.

Ámate a ti mismo primero, ama a los demás después

Cuando somos jóvenes, tendemos a querer que todo el mundo nos quiera, pero esto nos lleva a no tener una base sólida para nuestra identidad. No podemos agradar a todo el mundo, agradar a todo el mundo es odiarnos a nosotros mismos. Forjar el carácter lleva tiempo. Implica aprender a desagradar a algunas personas, del mismo modo que desarrollar cualidades implica tener defectos. Más allá de eso, es esencial elegir quererse a uno mismo en primer lugar, porque uno es la persona con la que pasa más tiempo.

Paradójicamente, es cuando corres el riesgo de desagradar a la gente afirmando quién eres cuando mejor puedes atraer su simpatía.

Muestra tus defectos, oculta tus cualidades

Existe la tendencia a querer mostrarse lo mejor posible. Esta no es necesariamente la mejor manera de clasificar a la gente que conoces. La mayoría se sentirá decepcionada tarde o temprano. En cambio, si muestras tus defectos desde el principio, las personas que no los soporten se marcharán y las que sean más pacientes podrán aprender a descubrir las cualidades que tienes. Por supuesto, la primera impresión es muy importante en muchas ocasiones (entrevistas de trabajo, etc.), así que utiliza esta recomendación con moderación, sobre todo para hacer amigos, diría yo.

Edward

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