La familiaridad lleva al desprecio… hasta la separación. Cuando entramos en una relación, lo hacemos porque la otra persona nos atrae y reconoce nuestra singularidad. Por supuesto, existe el deseo de unir, pero esto no debe hacerse a expensas de lo que somos. El contacto estrecho suele provocar una pérdida de distancia con la otra persona. Esta falta de distancia…
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