No hay mejor lugar para celebrar un pequeño logro que el corazón. Esto no es un signo de narcisismo, sino sobre todo de gratitud al destino. A menudo, nuestros esfuerzos no se ven recompensados como quisiéramos, pero siempre lo son. Puede parecer infantil no mostrar gratitud cuando recibimos bendiciones. Siempre hay algo que celebrar La celebración de una victoria, por…
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