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10 lecciones del 10 por ciento

La serie francesa “10 por ciento”, producida inicialmente por el canal France 2 y dirigida a un público francés, ha conquistado el mundo gracias a su emisión en Netflix. Aunque es franco en muchos aspectos, ha conseguido atraer a un público tan ecléctico como apasionado. Echemos un vistazo a cómo esta serie tuvo éxito, y analicemos cuál podría ser la clave de su propio éxito.

1- No intentes ser como los demás

“El 10% es diferente. Es una serie que es popular en todo el mundo, pero no ha intentado hacer lo que otras series hacen. Se ha impuesto introduciendo su propio estilo. Por supuesto, tiene el mismo ritmo que las series americanas en cierto modo: las acciones se suceden sin dejar respiro a la trama. Sin embargo, más allá de este ritmo tan poco característico de las series francesas, “10 por ciento” no ha intentado imitar a otras series de éxito. No hay explosiones, ni peleas, ni interminables escenas de sexo, no. “El 10 por ciento” entró en la pequeña pantalla con delicadeza y aprovechando lo mejor que tenía para ofrecer: actores de alto nivel, diálogos impresionantes, líneas asesinas, un sublime escenario parisino, un guión prodigioso en el que ningún detalle se ha dejado al azar. Esta serie francesa es todo menos una pálida copia de una serie de éxito, es un homenaje a lo mejor que el cine (y la televisión) ha ofrecido siempre.

Lección que hay que aprender: es mejor reforzar tus puntos fuertes que rellenar las lagunas.

2- Personajes entrañables: el actor es la clave del éxito

“10 Percent” es sobre todo el éxito de un maravilloso reparto. Cada personaje es entrañable, aunque algunos pueden ser oscuros o manipuladores. La materia prima del cine fue durante mucho tiempo el actor, antes de que esto cambiara gradualmente. Al ser originalmente una rama del teatro, había asumido los códigos de éste, que luego cambiaron. Esta serie vuelve a poner las cosas en su sitio: una buena película es sobre todo buenos actores.

Lección aprendida: Opte por lo esencial en lugar de intentar extenderse demasiado. Concéntrese en lo más importante.

3- Autenticidad

Lo que se desprende de esta serie es una forma de inocencia en ciertos personajes (por ejemplo, Camille) o de ardor y audacia en otros (por ejemplo, Andréa). Lo que más nos gusta de la historia es que es verdadera y que no dudamos ni un segundo al verla. Los actores parecen interpretar un papel de composición, el personaje que interpretan les sienta como un guante. El mundo del cine y la profesión de empresario son tratados con una realidad y una precisión que provienen del conocimiento de la guionista, Fanny Herrero, del medio en cuestión. Todo parece más real que la vida e incluso las incongruencias de los personajes más excéntricos, como Noémie y Hervé, parecen adecuadas.

Lección aprendida: es mejor hablar de lo que se sabe que fingir, la gente lo ve igual.

4- La psicología: una realidad universal

Si la serie tiene éxito a nivel internacional, creo que se debe principalmente a su capacidad de hablar a todo el mundo. Todo espectador comprende los elementos psicológicos que entran en juego. La psicología es un tema profundamente humano. Una historia que utiliza resortes psicológicos profundos, como el miedo a no defraudar, la ambición, el deseo de seducir, etc., seguro que será comprendida por todos, independientemente de la cultura.

Lección que hay que aprender: Detrás de cada éxito hay principios universales. Entiende la raíz y obtendrás los frutos.

5- Una serie rodada como una película

Los códigos estéticos de la serie son los del cine. Por un lado, la duración (alrededor de una hora) de los episodios se acerca más a la de una película que a la de una serie, y por otro, la calidad de la producción hace pensar en el séptimo arte por encima de todo.

Lección para recordar: añadir un ingrediente exótico a su salsa puede hacerla única e incluso inolvidable

6- 10 por ciento: no hay superestrellas entre los principales jugadores, la fuerza del colectivo

Para ganar un Mundial, se necesita un equipo unido. “El 10 por ciento” parece ilustrar esto también. No hay superestrellas en el reparto inicial. El punto fuerte de esta serie es la química entre los actores. Como ninguno de ellos está por encima de los demás en términos de estatura actoral, vemos un grupo más que una suma de individualidades. La mayonesa funciona bien porque cada ingrediente respeta a los demás de alguna manera.

Lección aprendida: La fuerza de un equipo se mide por la suma de la humildad de cada miembro.

7- 10 por ciento: Diálogo cuidadoso

Si la serie destaca, es también por la calidad de sus diálogos, algunos de los cuales resultan ser verdaderos chistes. Si “10 por ciento” hubiera sido un libro, cabe imaginar que habría sido un éxito porque sus diálogos están bien escritos más allá de su brillante guión.

Lección a recordar: no dejar ningún detalle al azar

8- El actor invitado: trae la serendipia

Lo que me gusta de “10 por ciento” es también sus actores invitados. Crean una especie de serendipia que queremos descubrir con cada nuevo episodio. Esta es la fuerza del “plato del día” en un restaurante que hace que los clientes habituales quieran volver.

Lección aprendida: incorporar la idea de serendipia a un proyecto de alguna manera puede multiplicar por diez sus posibilidades.

9- Todo el mundo puede identificarse con un personaje

Fanny Herrero, la guionista de la serie, es hija de un famoso jugador de rugby que jugó durante muchos años en el Racing Club de Toulon, donde fue capitán. Quizá entendió de su padre que la fuerza del rugby reside en la capacidad de asimilar miembros dispares para formar un equipo. Esta diversidad se encuentra en el reparto del “10%”. Podemos encontrar frescura en Camille, audacia en Andréa, desenfado en Gabriel, sinceridad en Arlette, aspereza en Isham, manipulación en Mathias, candor en Sophia o fragilidad en Hervé. Todas estas cualidades, a veces antinómicas, encuentran una formidable expresión en este colectivo que es una serie.

Lección que hay que aprender: Expresar una cierta diversidad de la humanidad puede ayudar a ser comprendido por el máximo número de personas. No querer quedarse en un solo registro es una buena estrategia para el éxito.

10- Juegos de poder y lucha de clases

A lo largo de la serie, nos encariñamos con los personajes porque se enfrentan a problemas que nosotros también conocemos. Por ejemplo, la solidaridad natural entre los asistentes (Noémie, Hervé y Camille) es una solidaridad proletaria contra la tiranía de los poderosos. La dimensión política no se evita en el “10%”. Se puede sentir de muchas maneras. Esto la convierte en una serie cautivadora y casi atemporal.

Lección aprendida: no ignorar la dimensión política de la vida puede ser una forma de contar una historia universal.

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Edward

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